Es increíble e innegable los valores de nobleza, fidelidad y gratitud que nos regalan los animales día a día.
Hoy mi gata se ha marchado para ocupar su lugar en algún tejado eterno... Era una gata callejera a la que alimentaba y me acompañaba en los paseos con mi perro. Dulce, noble, fiel... mi gatita... mi niña...
Hace 4 días se convirtió en mamá y no superó las heridas físicas de la maternidad.
Gracias a las protectoras de animales y a particulares de buen corazón, sus 4 gatitos ya tienen un techo donde cobijarse y una mano cálida que les alimenta.
Mi gatita...tan especial que ha muerto dando vida.
Siempre en mi corazón
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