Llevo 3 años practicando yoga, lo que ha aportado multitud de pensamientos positivos a mi vida, ha consolidado la base de mis emociones de una manera inteligente y se ha convertido en una filosofía de vida para mí.
Por circunstancias, horarios incompatibles con deberes diarios y demás, no puedo continuar, temporalmente, en las clases con mi maestra y para no dejar de hacer ejercicio que potencien la unión cuerpo y mente he encontrado unas clases de pilates que encajan muy bien en mi rutina diaria. Mañana es el primer día de clase, seguro me sentarán bien, pero... esta noche me siento como una esposa fiel que está punto de engañar a su marido con un nuevo amante... Estoy traicionando al yoga?... Yo y mis pensamientos...
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