Camina, sal por las montañas, sal de la rutina del trabajo, las relaciones y los patrones de la vida. Cambia tu perspectiva. Acércate a aquellas personas con las que puedas ser auténtico y nutran tus sueños.
No necesitas mover montañas, trasladar una pequeña piedra puede hacer maravillas.
TOCA:
Da abrazos, besa a la gente en la mejilla. Acaricia a tu gato o a tu perro un poco más. Saborea la sensación de las diferentes texturas. El musgo, las cortezas, las rocas y el agua.
ESCUCHA:
Siéntate en silencio y observa cuanto hay allí para ser escuchado. Escucha a la gente, hasta la última nota de cada canción. Escucha tu voz interna, esa que solo escuchas cuando la confusión de cada día disminuye. Oye el susurro de las hojas, el crujido de la madera ardiendo en una chimenea. Escucha tu corazón.
Atenea; Diosa de la Sabiduría |
SIENTE:
El dolor, experimenta el gozo. Permítete reír hasta que te duela, siente el amor desde lo más profundo de tu corazón. Ríndete a la sensualidad de la vida. Enójate y expresa tu furia, si es el caso, pero hazlo a solas. Si no sientes de verdad, no estás vivo.
CONFÍA:
Tu sabes lo que necesitas saber. Detén tus dudas. Te arrepientes cuando desconoces o niegas tu intuición. Ten esto en cuenta: Finalmente, tú y sólo tú sabes lo que es mejor para ti. Si te encanta caminar al lado del océano, encuentra la forma de llegar allí. Si no confías completamente en ti, te conviertes en moho.
REÚNETE:
Toma el café acompañado, camina en compañía por el bosque, conversa y habla, lee en voz alta para otros. Celebra que tus historias son diferentes a las de los otros y a su vez son completamente parecidas. Cocina y come en compañía.
RECIBE:
Acepta los cumplidos. La voz que necesitas oír, el abrazo, ese momento para conversar, la comida en tu mesa, el dinero que necesitas, siempre serán suministrados. Ábrete a recibir, abre tus manos para que sean llenadas con abundancia. Recibe todas las cosas buenas que mereces y recuerda mostrar gratitud por tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario